DAÑOS COLATERALES - Testimonio - Perdió a su hija debido a que no la atendieron el día del paro.. Para cuando la discusión sobre ciertos límites que debe tener el derecho de huelga...
No pretendo desviar el eje de la discusión Daniel. Reitero debemos centralizarnos en los límites del derecho de huelga para que este tipo de dramas no ocurran. Los servicios que utilza el pueblo para cubrir sus necesiades básicas deben estar al margen de este tipo de medidas taxativas y deben comprender no un mínimo de prestación como se suele asegurar vagamente sino una prestación eficaz más allá de la cantidad de trabajadores que adhieran. Es decir panificar la contingencia. No puede ser que se responda lo que se le respondió a esta señora. Y me toca en lo personal porque cuando nació mi primer hijo, en febrero de 1989, me ocurrió algo similar en el Mendez de Buenos Aires. Embarazo pasado de fecha, nadie para el monitoreo por un Paro General de médicos municipales. Nos mandan de vuelta. Regresan las molestias y no hay rotura de bolsa. Sería parto normal. Volvemos. Las enfermeras se asustan porque insisto, me caliento y puteo. Internan a la mamá. A los veinte minutos salen y me dicen: "Quedate tranquilo nosotros nos encargamos de llamar al médico, vos andá a buscar la ropa y ENCENDÉ UNA VELA" (nunca me voy a olvidar de esa frase). Cuatro horas despúes nace Nico con doble vuelta de cordón.
Imagínense si los responsables de tal situación son despedidos. Flor de revolución proletaria. La inviolabilidad del trabajo estatal no se toca. Es un derecho adquirido. Ahora nosotros podemos hacer lo que se nos canta.
Gustavo, no se gaste mucho en contestarle al desquiciado y asesino serial de puntos y comas que publica comentarios en todas las notas de La Dorrego, está envenenado mal y como los fanáticos, poco entiende de razones o de argumentos. No hay que discutir con idiotas porque se rebaja a su nivel, y ahí le va a ganar por tener más experiencia.
Bueno, después me dicen reaccionario porque me opongo a estas cosas; paros salvajes y piquetes con corte de calles. Me cago en los "revolucionarios".
ResponderEliminarNo pretendo desviar el eje de la discusión Daniel. Reitero debemos centralizarnos en los límites del derecho de huelga para que este tipo de dramas no ocurran. Los servicios que utilza el pueblo para cubrir sus necesiades básicas deben estar al margen de este tipo de medidas taxativas y deben comprender no un mínimo de prestación como se suele asegurar vagamente sino una prestación eficaz más allá de la cantidad de trabajadores que adhieran. Es decir panificar la contingencia. No puede ser que se responda lo que se le respondió a esta señora. Y me toca en lo personal porque cuando nació mi primer hijo, en febrero de 1989, me ocurrió algo similar en el Mendez de Buenos Aires. Embarazo pasado de fecha, nadie para el monitoreo por un Paro General de médicos municipales. Nos mandan de vuelta. Regresan las molestias y no hay rotura de bolsa. Sería parto normal. Volvemos. Las enfermeras se asustan porque insisto, me caliento y puteo. Internan a la mamá. A los veinte minutos salen y me dicen: "Quedate tranquilo nosotros nos encargamos de llamar al médico, vos andá a buscar la ropa y ENCENDÉ UNA VELA" (nunca me voy a olvidar de esa frase). Cuatro horas despúes nace Nico con doble vuelta de cordón.
ResponderEliminarImagínense si los responsables de tal situación son despedidos. Flor de revolución proletaria. La inviolabilidad del trabajo estatal no se toca. Es un derecho adquirido. Ahora nosotros podemos hacer lo que se nos canta.
ResponderEliminarGustavo, no se gaste mucho en contestarle al desquiciado y asesino serial de puntos y comas que publica comentarios en todas las notas de La Dorrego, está envenenado mal y como los fanáticos, poco entiende de razones o de argumentos. No hay que discutir con idiotas porque se rebaja a su nivel, y ahí le va a ganar por tener más experiencia.
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