El error de creer que el oficialismo está muerto
por Fernando Laborde del Diario La Nación
Confundir
la paliza electoral que el kirchnerismo sufrió en los cinco principales
distritos del país con una pérdida de capacidad para ejercer el poder
resultaría equivocado. Tras los comicios legislativos, aún con muchas
incógnitas por delante, puede concluirse que el kirchnerismo no está muerto y
que, al menos, su aptitud para hacer daño no será mucho menor que antes.
El
fallo de la corte que
dictó la constitucionalidad de la ley de medios ha provocado, en el interior
del peronismo y de buena parte de la sociedad, la percepción de que el
kirchnerismo sigue gozando de la iniciativa política. Tal percepción se
extendió a los mercados locales: en las semanas transcurridas entre las
primarias abiertas de agosto y las elecciones del domingo pasado, la Bolsa
subió fuertemente, quizá descontando que un gobierno con sesgo antinegocios se
estaba yendo dentro de dos años. Pero menos de 48 horas después de los comicios
la tendencia se revirtió.
Que
el kirchnerismo no esté muerto tampoco implica que carecerá de limitaciones
para hacer cualquier cosa. Seguirá contando, es cierto, con el control numérico
del Congreso, pero probablemente la mayoría oficialista no sea tan automática como
hasta ahora. Tendrá, asimismo, un serio límite: la economía, donde, tarde o
temprano, la realidad manda.
Hay
otros datos que también emergen de las urnas. En primer lugar, que Cristina
Kirchner ya no podrá sucederse a sí misma en 2015. En segundo orden, que la
mayoría de la ciudadanía quiere vivir en paz y concordia, al tiempo que
privilegia la moderación.
Los
próximos pasos del Gobierno en su larga controversia con el Grupo Clarín dirán
mucho acerca de si captó o no el mensaje de las urnas. Más allá del gesto de
Martín Sabbatella de montar un show para anunciar que se actuará "de
oficio" para adecuar al grupo a la ley de medios, no pocos funcionarios y
dirigentes kirchneristas son partidarios de negociar con Clarín otra vía más
pacífica para llegar al "desguace". Aunque mucho dependerá de la
propia estrategia del grupo mediático: en otras palabras, de si presenta una
propuesta de adecuación voluntaria o si actúa judicialmente ante cada
resolución de Sabbatella, prolongando la cadena de conflictos judiciales y
ganando tiempo.
La
percepción de que el kirchnerismo está vivito y coleando también fue fogoneada
por las prematuras diferencias entre Mauricio Macri y Sergio Massa. El jefe de
gobierno porteño se apuró a hablar de una "tercera vía" distante del
peronismo y el radicalismo en la cual dio a entender que no había lugar para el
intendente de Tigre. Su anuncio mereció la respuesta de Massa y hasta dividió
aguas en el macrismo bonaerense. Unos y otros deberán empezar a repasar las
lecciones que la atomización de la oposición dejó tras las últimas elecciones
presidenciales..
Pregunto: ¿Este tipo cobra?
Debe cobrar, Gustavo...
ResponderEliminarEl título es horrible. No le pagaría a un editor que titula así una nota: falta de imaginación y de estilo.
Cómo se construye "sentido común":
«En segundo orden, que la mayoría de la ciudadanía quiere vivir en paz y concordia, al tiempo que privilegia la moderación».
¿Cuáles son los datos que permiten hacer tal afirmación? ¿Cómo sabe el autor de la nota el porqué del voto de millones de personas? Sin embargo, insistiendo una y otra vez con lo mismo, se termina convenciendo de que "eso" es lo que queremos...
Saludos.
Esther