.. hasta hace
pocos meses algunos de nosotros sosteníamos sobre la necesidad de reformar la
constitución con el objeto de incluir en ella todos los derechos y beneficios
colectivos que durante estos. años se
fueron incorporando, al mismo tiempo excluíamos de plano cualquier inciso que
promueva una posible reelección de modo no empañar el objetivo político de
máxima. Lamentablemente algunas voces del propio kirchnerismo encendieron una
llama que nunca acabó de apagarse y que sirvió de plataforma para que la
oposición establezca un nicho argumentativo que fue gracilmente aceptado por
buena parte de la sociedad. A partir de allí la construcción del temor
hegemónico fue sólo un trámite mediático que sin solución de continuidad se fue
fortaleciendo en la misma medida que en paralelo las denuncias sobre corrupción
sembraban con explosivos adicionales un campo que ya exhibía una buena cantidad
de minas dispersas. La liberación nacional seguirá siendo un drama violento
y pasional. Si la salida es por derecha un nuevo proceso inclusivo trunco se
percibe en el horizonte. Luego de las PASO han cambiado notoriamente la
correlación de fuerzas, y con ella el discurso. Ya no nos moviliza darle rango
constitucional a los derechos ampliados sólo pretendemos llegar a cumplir con
el mandato, sin que haya sangre que lamentar, algo que nadie en su sano juicio
podía llegar a elucubrar pocos meses atrás. Parecemos vencidos, hemos bajado
las defensas, comenzamos a dudar de nosotros mismos y de nuestras convicciones
a partir de un resultado electoral no vinculante. En lo personal no soy ni más
ni menos kirchnerista que en el 2005, 2007, 2009, o 2011, poco me importa el
relato corporativo, siempre lo consideré un fraude intelectual, sigo teniendo
el mismo compromiso militante. Nunca pensé en un antagonista derrotado; la
derecha, el establishment, las corporaciones jamás se rendirán. Ni con un
55, ni con un 75 ni con un 90 por ciento en contra. Detentan el poder real en
sus manos, nunca dejarán de ser peligrosos, no se detienen en los porcentajes
ni en la voluntad popular, saben que con una ingeniería paralela y fáctica
pueden perforar cualquier estructura política, cualquier andamiaje social.
Acaso no alcanza con enumerar la cantidad de los nuestros a los que han
adquirido por módicos mendrugos, en algún caso sobra con un par de fetas de
salame debido a sus estúpidos egos. ¿Qué está pasando con nuestra pasión? Los
verdaderos militantes se perciben en la adversidad. Se vienen tiempos excitantes
y complejos, acaso contradictorios, peligrosos quizás, tiempos en donde el
cuerpo juega tanto como la inteligencia, tiempos en los cuales la política y la
militancia deben redimensionarse. No creo que debajo de la cama de Tenembaum se
consigan esconder muchos cobardes, estimo que ni siquiera a él le servirá como
lugar seguro. Se está jugando con fuego y algunos fumadores compulsivos no se
dan cuenta. No nos quieren derrotar en las urnas, nos quieren eliminar
fácticamente, de modo no quede vestigio de este proceso político imperfecto que
sigue intentando un desarrollo autárquico e independiente de un modeló
hegemónico mundial basado en el ajuste, la dependencia financiera y la
concentración monopólica en cuanto a la producción de bienes y servicios.
La 125 fue un
momento bisagra en la historia del kirchnerismo. Muchos de que adheríamos acaso
pasivamente al modelo nos dimos cuenta que estábamos en peligro y salimos,
salimos no sólo a bancar los trapos como vulgarmente de dice, salimos a
defender nuestras esperanzas, nuestros paradigmas inclusivos, nuestros deseos
libertarios. Y perdimos y volvimos. El escenario se reitera, como tristemente
se reitera la historia. Lamentablemente la memoria circular hace lo suyo
debiendo entender que el resignado eterno retorno que le quieren adosar a
nuestra Patria tienen nombres y apellidos, y siempre son los mismos...
De las seis
elecciones que el kirchnerismo, como oferta política nacional y popular,
afrontó desde el 2003 hasta la fecha obtuvo tantas victorias como derrotas. Cae
ante Menem en el 2003 (nunca hay que olvidarlo), cae en el 2009 y en las
recientes PASO. Se reconstruye políticamente y triunfa holgadamente en las
legislativas del 2005, en las presidenciales 2007, encontrando su clímax en los
comicios del 2011. De modo que nunca el camino ha sido sencillo. Las fuerzas de
la oligarquía jamás abandonaron sus apetitos y jamás lo abandonarán, es bueno
tenerlo en claro. La lucha es permanente. Ciertamente duele que algunos
compañeros subyugados por los cantos de sirenas hayan optado por el
enfrentamiento coreuta basados en prediseñados repertorios sectarios y clasistas,
va de suyo el precio que tienen y que tendrán que pagar por ser cobijados por
las corporaciones. Detenerse en sus lógicas es ingresar en sus malevolentes
mundos de intereses. En lo personal me abstengo. Si nos espera una derrota el
27 de octubre pues deberemos insistir en nuestros convencimientos, luego de
diez años de exhibir lo que somos es muy difícil que alguien nos vea con otros
ojos. Somos populistas, desarrollistas, distribucionistas, incluyentes,
intentamos ser independientes, autárquicos en cuanto a nuestras decisiones
intestinas, latinoamericanistas, profundamente democráticos, si este compendio
de características basales no alcanzan para entender de qué lado se encuentra
la liberación la seguiremos sufriendo como un drama violento y pasional y no
disfrutándola políticamente como un drama violento y pasional...
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