QUÉ DEBEMOS HACER CON AQUELLOS QUE NECESITAN LEVANTAR A DIARIO SU APUESTA DESTITUYENTE





Hay tipos que estamos tranquilos, puede ser que equivocados, pero tranquilos. Estamos convencidos, hacemos promedio y notamos que determinadas cuestiones han mejorado notoriamente. Sentimos y sufrimos lo mismo que siente y que sufre el resto, la diferencia es que esas erratas o falencias las percibimos con otros ojos. Sabemos que faltan cuestiones por resolver, pero al mismo entendemos que no existe otra fuerza política organizada que lo pueda hacer. Y esto no es caprichoso, en nada se relaciona con el fanatismo. La historia y el presente nos condena, la historia y el presente los condena. Por eso estos últimos necesitan permanentemente levantar su apuesta. No se trata de la verdad ni mucho menos, no se trata de ética y menos aún de la inteligencia, el asunto es demonizar, y cuanto más increíble es la versión, cuanto más disparatada es la especie mayor índice de credibilidad tendrá, ya que el monstruo comenzará a exhibir su diseño a medida del consumidor. Esto lo afirmo a propósito de un comentario con el cual coincido de nuestro compañero Nando Bonatto y que expuso en el post anterior publicado en este espacio, breve concepto que fue motivo y disparador del presente texto.

¿Cuál es el próximo paso, con qué saldrán ahora? Hace un tiempo escribí un artículo titulado “Ser Turro Garpa” (nota del 28-11-12). Y esto sucede porque existe una buena porción de la población con oídos turros dispuestos a recibir estímulos turros.



Tiene enorme razón Lucas Carrasco. Es un ernome error político poner en un mismo plano el tema de ambas sospechas de lavado. Esta estrategia solamente perjudica al Gobierno Nacional, por eso, a las corporaciones, no les afecta para nada que se hable del propio. A ellos no los vota nadie, es un asunto de resorte jurídico, no político, a lo sumo perderán parte del mercado, rentas que recuperarán con otros negocios cuando este modelo ya no esté. El poder fáctico no precisa de la voluntad popular, debido a ello se pasan por sus pútridos ojetes la difusión de las causas judiciales que los incluyen. Urge salir con los tapones de punta, no podemos seguir jugando sin canilleras. ¿Qué es a mí entender salir con los tapones de punta? Pues rediseñar la política de medios y comunicación. Es necesario con extrema decisión vaciar de contenido cada nueva apuesta que aparezca. Tienen que comenzar a percibir que detrás de sus operaciones existe un abismo y que su perversa obstinación finaliza con un paso adelante. Por ahora se oxigenan en terrenos llanos. Si el Gobierno es como Clarín políticamente gana Clarín. En el escenario de la hijadeputez pierde aquel que depende de la confianza colectiva. El movimiento de pinzas es notorio. El oligopolio ataca con la corrupción, la oposición política queda a un costado tratando de aprovechar las migajas. Evitar exponerse es su mejor negocio, disimular las carencias es una buena forma de hacer política. La batalla la da el grupo, con sus aliados judiciales, con sus socios externos e internos, con la porción más despreciable de la sociedad; y lo hace sabiendo que de triunfar ninguna de las fuerzas opositoras tendrá la osadía de olvidarse de su “proeza republicana”...

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