Una cuestión que debe preocuparnos por
sobremanera es el nivel intelectual del arco opositor. Y no me refiero a su
incapacidad política de articulación, a su escasa solvencia discursiva y a su
obediencia debida (“de vida”) de cara a la agenda mediática. Me quiero referir
puntualmente a la escandalosa ausencia de calidad argumentativa incluso dentro
de ese pobre horizonte letrado. En lo personal suelo poner suma atención en el
discurso opositor para tratar de encontrar caminos esperanzadores que nos
permitan encontrar argumentos que toquen el timbre de nuestra racionalidad.
Durante la mañana de hoy tuve la oportunidad
de escuchar al Senador santafesino Giustiniani, integrante del FAP. El tema era
la reforma judicial y la elección directa, vía el voto popular, de una porción
de los componentes del Consejo de la Magistratura. El argumento era la
intención hegemónica del Gobierno para el nombramiento de los jueces. Una
simple pregunta de Víctor Hugo Morales
destruyó todo el relato del Senador.
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¿Quién
escoge hoy a los jueces? – preguntó VHM -
-
La
prerrogativa la tiene el poder ejecutivo – respondió Giustiniani –
-
¿Cuántos
nombró hasta el momento Cristina Fernández de Kirchner?
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170
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¿Si
su intención entonces es la hegemonía cuál es la razón para modificar esa
facultad que hoy tiene como mecanismo burocrático? – repreguntó Víctor Hugo –
Inmediatamente refutado el argumento sobre
un supuesto intento hegemónico el Senador derivó la charla hacia el dilema
representativo. Giustiniani afirmó que para presentar candidatos como
Consejeros en el 2015 se necesita tener representación política en por lo menos
18 distritos, aclarando que el FPV es la única fuerza política que encaja dentro del
inciso. De modo que perdiendo o ganando sería el único con capacidad operativa
para presentar candidatos. Otra simple pregunta hizo añicos la hipótesis.
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¿Tanto
el Fap, el Radicalismo o el Pro, están en condiciones de lograr ese mínimo de
representación territorial?
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Si,
en la práctica tenemos tiempo para construir políticamente
-
¿Entonces,
cuál es la ventaja, de cara al 2015, que supuestamente usted le otorga al
oficialismo?
Como podemos constatar el tema político
surge inmediatamente a pesar de los esfuerzos por tratar de mimetizarlo. La
cuestión pasa eminentemente por el dilema Cristina y las sospechas opositoras
de una posible reforma constitucional que apunte a su reelección. La
Presidenta, a pesar de las operaciones mediáticas y las cacerolas no baja de un
50% de imagen positiva. De igual modo saben que es imposible unificar a la
oposición debido a lo variopinto de sus paradigmas y al vedetismo de sus
dirigentes, de modo que las angustias que presenta el problema político supera
largamente toda preocupación jurídica. Como ejercicio propongo que observemos
la conformación de los poderes judiciales de cada provincia. Veamos San Luis,
Misiones, Jujuy, hagamos el esfuerzo. Cuánto se habló sobre lo nefasto de
limitar los tiempos de las cautelares. Se sobredimensionó el asunto hasta el
hartazgo. Todo se aplacó cuando se visualizó que la mayoría de las provincias
tienen la misma política limitante. Santa Fe justamente fue el caso
paradigmático, incluso el proyecto presentado por Macri en la legislatura puso
blanco sobre negro con relación al tema.
Me enfada que el Senador Giustiniani recurra
a las frases hechas sentenciando que la justicia debe ser por igual
independiente tanto del poder político como del poder económico. ¿Cómo puede
ser que un Socialista ponga a ambos poderes dentro de un mismo rango? El poder
político son las mayorías populares, en el acierto o en el error, es la
voluntad colectiva, mientras que el poder económico es fáctico, no está
sometido a las reglas de la democracia. Llama la atención tan tremenda
malversación de la política. La justicia debe ser justa, no independiente.
Parece tonta la aclaración. No debe ser independiente ni de la Constitución
Nacional ni de los códigos complementarios y todos esos estatutos fueron la
resultante de 160 años de debates
políticos en el Congreso, discusiones que fueron surgiendo en la misma medida
que las transformación culturales se hicieron carne en la sociedad. ¿Cómo puede
ser admisible entonces que se le pretenda acotar a la política el rol
fundacional y a la vez reformista que tiene?
Uno espera algo de eso, acaso infructuosamente,
pero lo sigue esperando. Lo preocupante es que no existen dirigentes opositores
con el coraje de tomar el toro por las astas y argumentar a cara lavada, sin
maquillajes mediáticos, sin apuntes concertados, llamando a las cosas por su
nombre; por ahora, desde lo intelectual y lo político, es todo muy precario
dentro del espectro que se presenta como opción al Kirchnerismo...
Muy bueno.
ResponderEliminarMierda,mirándolo así,parecemos condenados al Kirchnerismo.
ResponderEliminarSe agradece Daniel. Hice el texto mientras escuchaba el reportaje. Lo que me pareció desopilante es que el tipo asumía con tremendo caradurismo que cada cosa que argumentaba no tenían sustento ni siquiera para él.
ResponderEliminarMoscón. Vamos a tener que darle la razón al Cabezón Duhalde. Si es como usted dice estaremos condenados al éxito entonces..
Comparto tu indignación y bronca.
ResponderEliminarNo se si llamarlo tragedia o accidente el evidente problema que tienen los opositores para tomarse la política en serio.
No hace falta ser muy iluminado para darse cuenta que así como no pueden armar nacionalmente para los consejeros, tampoco pueden armar un discurso "independiente" de los medios de comunicación.Del discurso de Clarin.
vos fijate que no hay ningún opositor que no ataque hoy la ley de medios, inclusive la que ellos mismos votaron...
En fin...
Creo que le haría bien al propio kirchnerismo tener una oposición seria. Una opción superadora. Nos haría bien a todos.
Por ahora lo único serio opositor y/o superador está dentro del kirchnerismo.
La única condición para que haya una oposición respetable en nuestro país, es que sea OTRA oposición. Con la caricatura fraudulenta actual es imposible. Desde esta clase de "socialistas" (vulgares conservadores de derecha sin siquiera el disimulo de lo culposo) a los residuales radicales (alguien que pueda explicarnos còmo un morales puede ser senador, un prócer que desmiente cualquier mínimo control de calidad, un boludo atómico en un lugar que requiere alguna viveza, alguna, no tanta). la "izquierda", mamita!, no, es demasiado.
ResponderEliminarAliverti tiene razón: "Aún si quisieras ser anti kirchnerista, estos tipos no te dejan."
Lo que llama la atención, y no por nuevo, es la similitud del relato opositor sin distinción de banderías. Pareciera que fuera un escrito repartido con las ideas fuerza a exponer sin siquiera leer o interesarse conscientemente sobre el fondo de la cuestión, lo cual lleva que ante alguien simplemente interesado o leído sobre el tema, derrumbe como castillo de naipes las argumentaciones sin fundamento que declaman y sostienen. Porque a pesar de tropezar con alguien informado, en el siguiente reportaje, van a repetir los mismos argumentos y ante la falta de contrapregunta, lo dicho queda instalado, no importando, tal vez que VHM u otro periodista preparado, lo haya hecho quedar en ridículo
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