Para los medios dominantes vale todo, incluso la muerte

“Un joven de La Cámpora falleció camino al Hospital de La Plata poco después de haber recibido un disparo en su abdomen luego de un enfrentamiento entre militantes de su agrupación con integrantes de la UOCRA”.



Si hubiera pasado tal cosa no dudamos sobre los titulares de los medios dominantes. Pasó en un principio con los asesinatos de Kosteki y Santillán, pasó con el asesinato de Mariano Ferreyra, sucedió en su momento con Rodolfo Walsh, con Carlos Fuentealba, con Teresa Rodríguez, con el Pocho Lepratti, hasta con el mismo Padre Mugica, ocurrió durante todo el período dictatorial. El término “enfrentamiento” generaliza y absuelve, licencia a los responsables hasta que aclare si es que aclara, permite que los medios manejen sus tiempos e intereses en función de acomodarse políticamente a la novedad. Curiosamente, durante esos días, las víctimas y los victimarios formaron parte de un difuso todo político, de un mismo accionar. Del mismo modo dudamos que Piñeyro y Caparros se presten para un protagónico tratando de desentrañar la muerte de un chico que ellos mismos colaboraron para estigmatizar.



Para una buena parte de la población, gracias a los medios estigmatizantes, La Cámpora y Unidos y Organizados son la reencarnación de los Montoneros o del ERP, más allá que sus conceptos políticos y sus metodologías sean totalmente opuestas, aún atendiendo a la reivindicación política que obviamente estas jóvenes expresiones populares hacen de aquella generación que le puso el cuerpo a las ideas.



Para las corporaciones volcar todo en una licuadora y vomitar su antojadiza mezcla se constituye como el moderno vademécum periodístico. Tenembaun, Van der Kooy, Blanck, Castro, Lanata, Magdalena, Morales Solá, María O´Donnell, Leuco, Bravo, Fernández Díaz, suelen ser devotos de ese formato outlet. Pudimos comprobar tal manipulación tras las declaraciones de Carlotto con relación a la reivindicación que hizo nada menos que de su hija.

La misma reivindicación que el propio Martín Caparros hace, con relación a la militancia de su padre, en la nota – muy recomendable por cierto - que ésta semana nos presenta en su blog del diario El País. De modo que el razonamiento es el siguiente: “ellos se la buscaron, promueven violencia (¿?), que se la banquen”, y esto lo asumen por más que no existe acto alguno que los condene. Y si tal cosa existiera para eso está la justicia. Aunque en este caso, para la corporación periodística, ser oficialista encierra implícitamente una precondena.



Ese “en algo andaban” vuelve a tener presencia argumental de la mano del periodismo corporativo, dilema extremadamente peligroso. Aún recuerdo el volante distribuido durante las marchas opositoras de año pasado en donde el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, exhibía un tiro en la frente. Las desdorosas editoriales de aquel entonces, escritas, radiales y televisivas, explican a las claras que lo visto hace pocos días en La Plata forma parte de una misma y desquiciada lógica.



Una remera, una pechera, un chaleco, un posicionamiento político es razón suficiente para ser denostado, para ser estigmatizado, para ser censurado, amenazado y golpeado. Todos los integrantes del campo popular, a partir de hoy, deberíamos portar un distintivo que nos identifique con los pibes atacados. Contra todos no se van a animar, además sería una excelente declaración de principios para enfrentar a la violentos. Hace algunos años Mariano Ferreyra éramos todos, ¿por qué hoy no? ¿acaso se necesita de un muerto? Todo parecería indicar que si.



El vídeo es claro. Un grupo de tareas de la UOCRA baja de sus vehículos y comienza a golpear a mansalva, incluso se pueden distinguir en determinadas cinturas elementos de enorme contundencia. ¿Qué diferencia existe con el perverso accionar de la Triple A? No hay distingo de hombres y mujeres, los militantes de La Cámpora, “armados” con escobas, lampazos, baldes y secadores reciben el castigo de manera “republicana y democrática”, para placer de Carrió.



Así las cosas. Estamos ingresando en un lodazal de incierto futuro. Si las corporaciones mediáticas y sus esbirros establecen una alianza ideológica y política, mediante la complicidad silente y cierta comprensión, con las alas violentas que tiene la derecha sindical serán partícipes necesarios del desastre y en esta oportunidad no van a poder salirse tan fácilmente muy a pesar de publicitar y difundir deferentemente un renovado “Nunca Más”...



A todo esto: ¿Dónde están las expresiones de repudio de los Moyano, de Micheli, de Piumato, de Sobrero, de De Gennaro, de Ripoll, de Altamira, de Pitrola, de.....? Tal vez disfrutando de las hazañas del Pata...

En ocasiones la derecha y la izquierda sindical se hacen tantas concesiones que llegan a parecerse....

Comentarios

  1. Moyano, Micheli, Piumato, Sobrero, De Genaro, Ripoll, Altamira, Pitrola, Castells, estan eperando la llegada de las donaciones de las Entidades de la Mesa de Enlace y los Autoconvocados del campo para salir a distribuírlos.

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  2. es la argentina reaccionaria que viene desde la cloaca

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  3. ¿Me considerarán totalitario o stalinista si me permito observar que se hace necesario revisar determinados conceptos que automáticamente se desprenden como pensamiento inicial de lo que se denomina "libertad de prensa"? Es probable, de modo que comprendería perfectamente que el titular este blog borre de inmediato el presente comentario...(¿en qué quedamos entonces?)

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