No es una simple expresión de deseos
... pienso en voz alta lo que hace pocos días sucedió en Venezuela


¿Sucedió algo notorio en nuestra sociedad que antes no pasaba luego de aquel 23 de Octubre del 2011 y que ratificara a Cristina Fernández de Kirchner con un 54% de la voluntad popular? Políticamente en lo absoluto. La oposición sigue siendo la misma, su discurso no ha modificado puntos ni comas, continúa vacío de contenidos y su agenda se mantiene en tanto y en cuanto los medios les dicten letra. Estos continúan operando y tratando de erosionar al Gobierno a como de lugar. Por entonces la ley de medios era tema instalado, la inflación era tema instalado, la inseguridad era tema instalado, entonces ¿qué es lo que hace suponer en nuestros días que ese 54% ya no es tal?.

Acaso la tragedia de Once haya sido el punto más crítico, cuestión que la justicia se encargó de agilizar y que el ejecutivo se esfuerza por solucionar con una firme decisión política en cuanto a controles e inversiones. Ese contundente 54% provocó enorme frustración en el horizonte opositor y un fuerte descreimiento popular en sus representantes, razón por la cual las heterogéneas y concurridas marchas de las que fuimos testigos devienen de esa imposibilidad concreta para visualizar perspectivas de acceso al poder por medios democráticos. La resultante no puede ser otro que el fastidio, la impotencia y la violencia.

El proyecto de ley sobre la democratización de la justicia no era tema en aquel momento, pero tampoco lo era en las convocatorias, incluso ésta última estaba definida desde hacía tiempo - luego de una merecidas vacaciones de la clase media -, por lo que el tema fue incorporado en estos días para confort del oligopolio mediático. No hay que olvidarse, dentro del terreno de las operaciones, que la necesidad de LCD, plasmas y celulares sólo duró un par de días y fue durante las fiestas de fin de año.

Acaso un quiebre político importante ha sido el abandono que hizo del proyecto nacional y popular el sindicalismo moyanista. La desvergonzada actitud de Piumato pinta a las claras dicha conducta. De todas maneras sabemos perfectamente la repulsión que gran parte de la sociedad, sobre todo de los sectores medios, tiene por estos personajes.

A mi entender ese 54% de Cristina tuvo la enorme colaboración de la oposición, cosa que se manifiesta de manera decisiva para elecciones ejecutivas. Cuando los comicios son legislativos la cosa cambia notoriamente. Además la Presidenta no compite de modo que su figura, al no estar en juego, no arrastra por más que se intente exponer alineamientos taxativos. No es lo mismo ver su nombre en la boleta a no verlo. Incluso muchos kirchneristas puede votar otras opciones dentro del mismo espacio si las figuras encolumnadas en las listas del FPV no convencen. No hay que olvidar que en el 2009 Martín Sabbatella en Provincia de Buenos Aires – enorme error político del actual titular del AFSCA más allá de las simpatías que tengo por él -  “le quitó” a Néstor Kirchner 6 puntos que hubieran sido decisivos, primero para no ser derrotado por un impresentable como De Narváez y mostrar al movimiento endeble, y segundo para menguar los efectos – daños colaterales -  que tuvo el importante descenso en la cantidad de votos. Por eso la construcción de listas debe ser extremadamente pensada para evitar fugas inoportunas, sobre todo en dicha Provincia.

La virulencia de la coyuntura era sumamente previsible. La ley de medios ya llegó a la Corte de modo que los grandes negocios del oligopolio, por el momento, tienen destino incierto; el proyecto de ley para democratizar la justicia se ha encontrado con operaciones de toda clase y tenor. Eso de reflotar viejas causas de corruptela no probadas agregando nuevas ficciones y mucho rating sirven para espesar la atmósfera. Muertos que continuaron operando muy a su  pesar, operatorias imaginarias en donde el dinero se pesa, copias de documentos extraídos de google, dos badulaques de la peor calaña disfrazados de falsos “dateros”, periodistas enviados a Panamá para preguntarle a un conserje si tal por cual tenía una oficina en dicho edificio luego de supuestos dos años de investigación, versiones de posibles coimas luego desmentidas, despliegan un arsenal que por reiterativo y ridículo resulta agobiante por inconsistente. Sería interesante algo de seriedad en beneficio de la ética de modo que si existe una red de evasión y lavado sea desactivada de plano, y que todos los actores, públicos y privados, paguen sus fraudes y estafas como la ley determina.

A todo esto la inflación ha dejado las tapas debido al acuerdo de precios y la inseguridad parece haberse aplacado de manera misteriosa. El debate político concreto se impone por acción kirchnerista, no por voluntad de la oposición. Los actuales dilemas provocan declaraciones de principios que sería muy bueno conservemos en la memoria para entender de qué lado está cada uno. 
Operar sobre diputados, como desvergonzadamente mencionó Stolbizer, cercar el Congreso e impedir votaciones como mencionó en tandem Carrió-Solanas, escrachar funcionarios elegidos democráticamente como dispusieron varias ONG, algunas de ellas asociadas con los medios dominantes, son actitudes políticas insoslayables dentro de un año electoral. Año en donde un resultado contundente a favor del oficialismo puede llevar al suicidio colectivo de una buena parte de la dirigencia opositora y sus socios corporativos.


Más allá de los actores opositores, cosa que puede deparar un variopinto de sorpresas, al oficialismo le compete cerrar filas cuanto antes y definir sus hombres y estrategias ahorrando la mayor cantidad de heridas posibles. Los dos años venideros deben ser gravitantes para que termine de fraguar el modelo de modo las conquistas sociales alcanzadas lleguen a su punto de consolidación y esto solamente es posible si el Kirchnerismo logra superar sus actuales proporciones legislativas de forma tal tenga la suficiente capacidad política para encarar una reforma constitucional revolucionaria que incluya definitivamente todos los derechos obtenidos en esta década – excluyendo de plano un intento reeleccionista-. Se impone el armado de una gran mesa nacional Kirchnerista, encabezada por nuestra Presidenta y acordar. Esto va a beneficiar políticamente de manera notoria a aquellos aspirantes del palo con ambiciones concretas y que increíblemente hoy ven a Cristina como un escollo insalvable. No es momento para cortarse solo seducido por los cantos de sirenas. Tampoco es momento para apartar compañeros producto de ciertas desmesuras. Es necesario entender que el poder real no está dispuesto a que este modelo continúe. El poder real es tal debido a que pervive por sobre el contrapoder colectivo. Nosotros, el pueblo, mediante la gestión democrática de un Gobierno Popular, los incomodamos un rato, tratamos de equilibrar las rentas, nos permitimos incluirnos. Ellos, los excluyentes, seguirán estando. Se aprovechan de los momentos críticos y de los momentos de bonanza, de los dirigentes manipulables y de aquellos que fervientemente adhieren a dicha exclusión. Por eso durante esos breves períodos históricos en los que tenemos la chance de intervenir en el campo de las decisiones políticas no los debemos desperdiciar con actitudes personalistas y menos aún haciéndolo mediante operaciones en contra de otros compañeros, cuestiones que siempre son muy bien aprovechadas por los miserables de siempre, grupos cuyo cardinal objetivo es destituir al Gobierno Nacional.




Comentarios

  1. "La resultante no puede ser otro que el fastidio, la impotencia y la violencia"

    Esta es la síntesis exacta del accionar de esta gente. No terminan de acostumbrarse los popes, no lo pueden creer y no muestran voluntad de proponer algo bueno los que hacen barricada.

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