200
...veces kirchneristas
Y uno cargaba escasas sabidurías, cuantiosas
desilusiones y no pocas vergüenzas (continuamos siendo portadores sanos de
dichas infecciones). La trunca militancia de los ochenta nos había vaciado de
contenidos y de fuerzas. Los noventa terminaron con nuestras ilusiones.
Fue allá por Agosto del 2011, poco antes de
las PASO, que un estimado compañero de estos espacios, Manuel El Coronel, nos
prendió la llama de lo que hoy es Nos Disparan desde el Campanario. ¿Y qué es
Nos Disparan...? Nada en especial, sólo un lugar de opinión entre los tantos
que le ponen el cuerpo y la palabra a las ideas. Estamos cumpliendo doscientas
notas de opinión. En ellas intentamos expresar nuestros posicionamientos
sociales, políticos y humanísticos con relación a lo que creemos se constituye
como un momento excepcional de la historia de nuestra Patria. Ojalá hayamos
aportado aunque más no sea algo de sana curiosidad. No aspiramos a más. No
somos revolucionarios ni evolucionistas, nos atrevemos a calificarnos como
“dudistas”. Sabemos que no sabemos. El amigo Popper es quien guía nuestra
racionalidad. Somos un matrimonio al cual la utopía volvió a llamar a su
puerta; y le abrimos, y tomamos con ella un café, y “el tuerto” y “la terca”
nos convencieron con políticas y con acciones concretas que aún estábamos a
tiempo.
Por fuera de nuestra secciones habituales
(Grandes Mujeres de la Historia, Mateando con la Ciencia, Textos Escogidos,
Maestros del Blues, Obras propias) las notas de opinión se posicionan como la
columna vertebral de nuestro espacio, construcción que se instala como la savia
necesaria, goteo sin el cual la entrega diaria no podría existir. Hace muchos
años elegimos una vereda, queda claro que escogimos caminar por un sendero
determinado más allá de los resultados. Alegrías, tristezas, broncas,
refutaciones, aclaraciones, acuerdos, antagonismos, ciertas perezas, todos los
incisos se conjugan en un mismo verbo nacional y popular.
Sabemos que no somos portadores de la
necesaria gimnasia informática, menos aún poseemos la chispa de la cual solemos
disfrutar como lectores, guiños literarios que nuestros compañeros de ruta
exhiben con enorme eficiencia intelectual. Vamos aprendiendo y aprehendiendo al andar.
Nuestro nombre es una democrática
declaración de principios. Desde el Campanario de la Parroquia, cartuja que
está frente a la plaza dorreguense, el rentado matador –aún anónimo- exhibiendo su eficacia, ultimó con dos
disparos al caudillo libertario Radical Juan B. Maciel, dirigente que junto a
una veintena de correligionarios trataron de impedir el 5 de Septiembre de 1937
un nuevo fraude electoral. En la emboscada conservadora cayeron con él: Carlos
Costa, Severo Vera y Emilio Navarro. Por entonces la muchachada que luchaba a
favor de las libertades cívicas y populistas no portaba rango militante.
Ingresamos a este mundo en un momento de
incertidumbre, acaso apocadamente, sin la pretensión de ser atendidos.
Desconocíamos la contundencia que luego se expresó en las urnas. Éramos
analfabetos de encuestas y estábamos ciertamente abrumados por los medios
dominantes –por entonces cablevisión era el único sistema posible - . Teníamos
la obligación cívica de expresar públicamente nuestra pertenencia
político/social. Más allá de que nuestro colectivo barrial conocía
perfectamente nuestros puntos de vista e ideología desde los tiempos de la 125
cuando estábamos al frente de la Biblioteca Popular del pueblo, nos era
necesario testimoniar a través del sujeto, el verbo y el predicado las razones
por las cuales estábamos y estamos comprometidos con el modelo vigente.
Intentamos superar la dificultad local que significaba escucharnos, cotejar
argumentos. Acaso ser leídos y puteados por la espalda se constituía como un
formato vecinal algo menos engorroso. Demás está decir que no vivimos en un
distrito afín con el Gobierno Nacional. Nuestra trinchera política debía ser lo
suficientemente profunda para esquivar los balazos. No somos héroes como Juan Bautista
Maciel, que cómo bien afirmó Félix Luna “arribó a la Plaza, sólo, Winchester en
mano, en pelotas y con las botas puestas”. Es probable que nuestro amigo El
Coronel conozca mejor que nadie lo que significa ser kirchnerista en el Pago
Chico. A pesar de conocernos, a pesar de visualizarnos diariamente, de percibir
nuestro modesto modo de vida, esto no alcanza para ser considerados
ciudadanos “decentes”. Portamos la cruel y siniestra estigmatización que diseñan
los medios dominantes. Lamentablemente se cree mucho más en lo que se escucha,
en lo que se lee o en lo que se ve en los medios, que en sus percepciones
concretas. Acaso esta sea la razón para ser ignorados taxativamente por nuestro
colectivo de pertenencia.
Y nos encontramos con plumas superlativas en
el éter “populista”, analistas que tristemente están ausentes de los medios
masivos por cuestiones que todos sabemos entender y que no vale la pena, por lo
menos en este momento, debatir. (El análisis ferroviario de Antonio El Mayolero
- texto que conservamos celosamente - merece rango de ensayo, tratado de
presencia obligatoria para su debate y discusión en todas las mesas políticas
cuando se habla sobre el tema)
Nuestra enorme gratitud a todos aquellos que
nos han apoyado y valorado desde los inicios. Principalmente a Manuel El
Coronel, a Antonio el Mayolero, a Testigos de Privilegio, a la BPCD, a la AM
local, a La Jauretche de Coronel Dorrego, al Moscón, a Edavyt. Nuestra enorme
gratitud a todos aquellos que nos han recibido buenamente en la mesa de debate
y que han tenido la deferencia de disculpar nuestras enormes falencias y quebrantos.
El compromiso es mejorar sin bajar aquellas banderas que consideramos
fundacionales de este espacio: Esforzarnos para reemplazar al sentido común por
el sentido inteligente, dudar del pensamiento inicial que con facilidad nos
arropa y fundamentalmente asumir que en plena virulencia dialéctica podemos
darnos lugar y entender que uno puede estar honestamente equivocado, que el
otro puede estar honestamente equivocado, y aún mejor que ambos, al unísono,
podemos estar honestamente equivocados.
A los críticos que exhiben sus hastíos
debido a la extensión de los textos les pido mil disculpas. Seguramente tienen
razón. Por el momento no poseemos los conocimientos literarios para condensar
ideas. Somos enamorados del idioma y lo utilizamos con sumo placer. Como
fervientes lectores tenemos mucha estima por aquellos analistas que decoran sus
ideas con el esfuerzo adicional que propone una atildada redacción. Les aseguro
que trabajamos duramente para menguar nuestras falencias.
Nunca negamos nuestro pensamiento político.
Nos hemos definido de entrada. No ser peronistas jamás ha sido motivo de
denuesto por parte de los compañeros, nuestras críticas a la estructura
partidaria han sido respetadas y en algún caso disculpadas debido a cierto
exabrupto mal habido, cosa que barre de plano esa supuesta ausencia de
horizontalidad que tiene el Kirchnerismo. Adherimos al modelo desde nuestra
visión socialista y popular. Eso que bien mencionó Cristina en uno de sus
discursos: Gestionar un proyecto inclusivo teniendo en cuenta el pulso de la gente,
por encima de toda variable macroeconómica.
Gracias por el desmesurado interés.
Esperamos ser merecedores de tamaña muestra de compromiso. Hemos llegado a un
nivel de entradas impensado, cuestión que nos halaga, que por un lado nos infla
el pecho, pero por el otro nos coloca en la saludable obligación de superarnos
sin descanso, de modo poder estar a la altura de los enormes escribas que
participan en tan honroso espacio militante.
Doscientos Saludos Cumpa !!!
ResponderEliminarSaludos de alguien que aprendió que la política no era necesariamente algo malo de la mano del "tuerto" y la "terca".
ResponderEliminarY no se preocupe por lo largo, porque se lee muy bien.
Eso de "socialistas y populares", me suena - obvio - suena a juuiiiiira binner y a como no tirar a la basura las cosas en las que uno creía y no repetía como lorito precisamente. Y más obvio es que sea preferible amigarse con tuertos y tercas antes que con "conservas" en mal estado y garcas de todo pelo y laya. ¿200 ya?. No se nota, casi podría decirse que es uno solo, pero largo....
ResponderEliminarLargue Ram.. nadie lo obliga. No se castigue más..
ResponderEliminarDe tipos que no tienen contradicciones y quebrantos estamos repletos. Lilita afirma ser una de ellos.
No se confunda, yo no me amigo con nadie ni tiro nada a la basura. Acaso Binner y el resto que se dice Socialista lo hayan hecho. Coincido y apoyo políticas, ¿de eso se trata la cosa no? ¿Creo que esto es por votos, verdad?.
Y eso lo hago a pesar de tipos como usted. En oportunidades veo tanta oposición en el oficialismo como en la oposición.(hablo de modos, maneras, ciertas soberbias).
Evíteme, no se indisponga. Me apenaría ser culpable de algún enojo..
Veo que lo del tuerto y la terca no lo comprendió y menos lo de las trincheras que debimos fabricar. Veo que no sabe o no entiende que hay sitios en donde es más facil que en otros ser kirchnerista.
Ser kirchnerista, con nombre y apellido, en un pueblo Radical de 800 habitantes significa, por ejemplo, que no compren en tu local o no te den laburo. Y eso después de la quinta década no es otra cosa que vivir como la mierda debido a que no te podés rajar. Sin embargo uno sigue porque cree que vale la pena.
No es su culpa, no tenía la obligación de saberlo.
Lo que si debería considerar obligatorio es eso de dudar del pensamiento inicial...
Si mal lo interpreté le pido las disculpas del caso. Hasta ahora este sistema adolece del idioma gestual imprescindible para esta clase de debates.. Mis respetos
Una lástima, comentario mal escrito o mal leído; un riesgo de la bloguería.
ResponderEliminarSucede que en un abril como éste, pero de 1972, hubo quienes armaron algo así como un socialismo popular, en oposición y contraste a ese viejo socialismo antipopular, antiperonista y, finalmente, reaccionario de èpocas pasadas y no tan lejanas entonces.
Mucha agua corrió desde entonces hasta ahora, es casi obvio de toda obviedad, que esa idea del "socialismo popular" se tiró a la basura, en aras de ser otra esperanza blanca sin trazas de morocherías populistas ni, menos que menos, peronistas de la variante más jodida y más incómoda, la K.
Y no es que uno no comprenda al tuerto y la terca, absolutamente lo contrario; no hay duda posible entre renegar de un sello que se dió maña en hacerse moco por su exclusiva cuenta y adherir a algo cercano a lo que se pensaba entonces y ahora.
Un sello tan vacío como el penoso personaje que lo representa - binner - encima envuelto con mugres faloperas, no es para lamentar las distancias precisamente.
Pero bueno, no hay tantas dudas del pensamiento inicial, del mío al menos, si la terquedad propia y ajena lo mantiene vigente y molestando a quienes debe molestar..
Totalmente de acuerdo Ram. Le reitero mis disculpas si de mi parte he malinterpretado su idea. Pero le aclaro. En lo personal no me refirí nunca al viejo sello partidario del SP (lo cierto es que jamás participé de encuentro alguno), sino al estricto significado y significante que tienen esas dos hermosas palabras inclusivas.
ResponderEliminarDoscientos abrazos Cumpa! Y la satisfacción a mis 70 de poder frecuentar este medio que permite que se sepa que algunos existimos. (Gracias por la mención; siempre es buena una caricia) Pero lo importante es que a tropezones o como sea estamos llegando a muchos lugares mediante una herramienta desconocida en nuestros jóvenes años del telégrama (se decía así, con el acento corrido) y los teléfonos a magneto. Sin la existencia de Internet nadie sabría de su existencia ni de sus puntos de vista, como de la inmensa mayoría de los blogueros que terminamos conformando una red de referentes que lleva a una comunicación horizontal, al punto que nos permite chequear puntualmente la noticia que los medios nos pretenden vender. Que nos permite conocer pensamientos de personas a las que no conocemos físicamente pero descubrir coincidencias de pensamiento entre compatriotas nos permite saber que no estamos solos. Yo también tiendo a ser "larguero" en mis posteos, y a veces tengo que fraccionar, pero el pensamiento es así y a veces necesita espacio. Ese espacio que la síntesis impuesta por el minuto de aire, que los que nos manejamos en radio transforman un oyente en escuchante. No tener el productor o el conductor haciendo la clásica seña de "redondear" es un descanso. La síntesis es buena, pero no siempre, ya que muchas veces conspira con el entendimiento dejando de lado matices y variantes. Reitero abrazos.
ResponderEliminarSólo hice referencia de las 200 para ver si el hombre picaba y convidaba con algún churrasquito a la parrilla. ¿Usted lo vio?
ResponderEliminarTe mando un abrazo, gracias por los esfuerzos. La puerta que recientemente me abriste con aquel artículo sobre el pueblo ha potenciado el interés por el espacio de manera sorprendente. Ahora solamente falta que uno mejore.
Es duro el fenicio ¡eh!
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