Coronel Dorrego
Proyecto Productivo 



Estimo muy saludable la intención del ejecutivo local en propiciar canales activos concretos para diseñar políticas productivas para el corto, mediano y largo plazo. Sobre la base de lo expuesto considero que la mayor virtud de esta decisión es haberse acercado a aquellos partidos vecinos que ya tienen políticas desarrolladas en la materia. Eso habla muy bien del Intendente; recurrir a los que más saben para tratar de utilizar esos conocimientos y poder aplicarlos a la realidad de nuestro distrito. Por qué no si hizo antes: es un tema que realmente no me preocupa desde la mera recriminación especulativa, cada uno tiene sus tiempos políticos y lo más trascendente, a mi entender, es saber interpretar qué es lo que se dice cuando desde el Gobierno Nacional se insiste en la necesidad de agregarle, desde el origen, valor a las materias primas. A contracara de las políticas llevadas a cabo durante su primer mandato estimo que el Intendente ha modificado su pensamiento inicial habiéndose convencido de que el Estado "puede" y en algún caso "debe" ser el motor de los procesos productivos, sobre todo en aquellas comunidades en donde los capitales de riesgo no abundan. Aplaudo con entusiasmo la decisión política del ejecutivo esperando que más temprano que tarde podamos ser testigos de los cambios. Lo que le solicito desde este humilde foro es que no le tiemble el pulso ni se encierre en el interior de absurdos pruritos y que en todos los casos se asegure que dicha inversión absorba mano de obra local. La ética también juega dentro del campo de lo posible, es el hallazgo de los senderos que tengan mayor probabilidad de éxito para el logro del objetivo de máxima. Soy un convencido que ante situaciones asfixiantes y delicadas soluciones drásticas y concretas. Por fuera de los recurrentes censores y malpensados las decisiones políticas que se llevan a cabo para mejorar la vida de los habitantes del distrito no sólo son siempre bienvenidas, además deben contar con una cuotaparte de comprensión y asimilación por parte del colectivo social. Espero que nadie se atreva a calificarlo como Kretino por acercarse a políticas populistas. De modo que ciertas rigurosidades pueden ser objeto de atención ante coyunturas menos apremiantes; en la actualidad hasta me resulta una banalidad la exigencia de tecnicismos que aletarguen cualquier decisión que involucre la felicidad de nuestra gente. No se preocupe si lo critican, si lo tildan de haberse acercado a ciertas líneas generales del Gobierno Nacional; no sería cierto. Estamos hablando de un Estado activo a favor del trabajo y del consumo, en consecuencia estamos hablando de un proyecto desarrollista, industrialista, políticas económicas para nada desconocidas dentro de la historia del Radicalismo. Por suerte, veo con sumo agrado que usted no está afiliado a la teoría determinista y conservadora que sostiene: si sucede, conviene. Cambiar, arriesgarse a favor de modificar inercias que parecían inexorables puede marcar un punto de partida para un modelo de gestión que hasta ahora sinceramente no me ha maravillado en lo absoluto. Aguardo con mucha confianza el resultado del intento. No tengo razones para pensar mal, para ser prejuicioso. Sospecho que todas las fuerzas políticas locales concurrirán conformes y entusiasmadas para apoyar y avalar tan trascendente decisión.
Necesitamos instalar a lo ancho y a lo largo de Coronel Dorrego trabajo, consumo, movimiento productivo, energía, pasión. Necesitamos amabilizar nuestro distrito, necesitamos necesitarlo y que nos necesite, de modo que celebro, con las mismas fuerzas de mis críticas, que por fin nos hayamos decidido a rediseñar el futuro.

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