CORONEL DORREGO
Hugo César Segurola y el FORD
a
pesar de Las 25 Rosas y El Vestido Rojo
Hace pocos días un compañero de estos
espacios, Manuel El Coronel, presentó algunas líneas y percepciones con
respecto a la embrionaria agrupación vecinal dorreguense que encabeza el
periodista y animador Hugo César Segurola. Por esas misma horas Marcelo Di
Pascuale, importante referente del Pro y de la derecha peronista en la región,
exponía su discurso públicamente dejando claro sus lineamientos ideológicos y
su modelo de construcción política de cara al futuro tanto a escala Provincial
y como a nivel Nacional.
Tal como deslizó El Coronel los
dorreguenses sabemos perfectamente la existencia de vasos comunicantes entre
ambos dirigentes, lo que no podemos asegurar, por el momento, es si estas
relaciones se extienden al marco ideológico y su posterior alineamiento
político. Segurola, en contraposición a Di Pascuale, ha demostrado hasta la
fecha una asepsia política llamativa en relación con temas provinciales y nacionales,
de modo que esa ausencia de definición nos propone dos aristas a observar: a)
La obvia necesidad que tiene Segurola en pos de armar una estructura política
propia, armazón que en la actualidad no tiene, cuestión que le impide enfrentar
a las estructuras del oficialismo con algún grado de competitividad y
posicionarse a la vez de cara al electorado como la única alternativa viable
para discutirle políticamente el distrito al Radicalismo. Segurola, atento a su
experiencia política, sabe perfectamente que la base lograda en Octubre es muy
interesante, pero también sabe que difícilmente pueda multiplicar voluntades de
no insertar cuadros activos ajenos, militantes que comiencen a trabajar desde
ahora para amplificar sus legítimas apetencias. Hablo de dar el salto de
calidad que implica cruzar la mera intencionalidad testimonial para
establecerse como fuerza con ambiciones políticas concretas. b) Por lo
antedicho resultaría tan contraproducente para Segurola alinearse con el
discurso de Di Pascuale como salirle al cruce de posibles diferencias. Ambas
actitudes conspirarían en su contra debido a que automáticamente
desnaturalizaría su intencionalidad de horizontalizar el perfil de la
agrupación.
Ford tiene la doble y compleja misión de
conservar su caudal electoral y al mismo tiempo profundizar un sistema de
alianzas que le permita seducir a esas 2000 voluntades hoy dispersas. A mi
entender los cuadros políticos militantes que el FORD necesita no están en su
actual construcción vecinal, y si se encuentran dentro de aquellas formaciones
a seducir.
Sin votos no se llega al poder, eso es
claro y contundente. Y esto se evidencia aún más en Coronel Dorrego debido a
que la Unión Cívica Radical ha logrado exponer una estrategia de excelencia al
respecto, cuestión que le permite ostentar una base electoral que difícilmente
baje de un 40% de las voluntades.
Por ahora Segurola ha decidido mediante
su asepsia no herir susceptibilidades. Sospecho que las palabras de Di Pascuale
han mermado el libido político privado entre ambos ya que si acuerda con dicho
discurso estaría expulsando una buena parte de la población que ve con muy
buenos ojos al Gobierno Nacional y más teniendo en cuenta, tal como afirmara
Manuel, que uno de sus concejales es hombre del ex Intendente de Monte Hermoso,
de modo que si desecha tales expresiones estaría abriendo una fractura
innecesaria antes de comenzar.
Bajo estas circunstancias llamarse a
silencio es la mejor política.
Un inciso que no hay que perder de vista
es que para discutirle el poder al oficialismo es necesario contar con el
votante del FPV. Para dicha empresa no alcanza con mostrarse sesgadamente
opositor a la actual administración, es necesario un discurso y un armado con
un alto contenido político, cosa que en la actualidad el FORD, de modo
orgánico, no tiene.
Leído el panorama lo mejor que le puede
suceder a FORD y a su líder es prescindir de las internas del Balneario, sobre
todo de la ancestral disputa personal que tienen Dichiara y Di Pascuale. No me
cabe la menor duda que en la coyuntura ambos desean absorber para sí y como
rédito político regional el beneplácito de la agrupación vecinal, invirtiendo
de algún modo la carga de la prueba. Son tiempos de renovaciones de bancadas y
demás cuestiones individuales. Y aquí hallamos el dilema de mayor complejidad.
¿Cómo diseñar una estrategia de alianzas locales prescindiendo de ambos
referentes regionales tendiendo en cuenta la incidencia política que los dos
tienen en las estructuras orgánicas del FPV y del Pro peronismo? Además, y aquí
lo más importante ¿Cómo evitar no transformar una agrupación vecinal en una
absurda e inconducente coalición antirradical? (Si gustan les propongo
releer el artículo publicado en este mismo foro titulado: “Coronel Dorrego,
sobre mitos, verdades y límites de la Construcción Política”)
Como adherente al Kirchnerismo no miro
con malos ojos el intento de Hugo César Segurola por desarrollar un
vecinalismo, de hecho no lo observo como una persona con diseño reaccionario y
menos aún sectario. De modo que pensarlo como alternativa política local no me
resulta para nada descabellado dentro de mi estructura ideológica. Lo posible
también juega dentro de la política y para que ese posible tenga ciertos
elementos de probabilidad es necesario un acuerdo programático y orgánico que
tenga íntima relación con nuestros tangibles cotidianos y que además detente
una buena cuotaparte de generosidad, elemento este que para nada observamos en
las conductas de ambos dirigentes montehermoseños. Algún día será necesario comprender que para estos dirigentes somos sólo caudal electoral susceptible
de ser capitalizado regionalmente. No tienen internalizadas nuestras penurias y
necesidades colectivas. Esta cuestión constituye otro elemento a destacar
dentro del Radicalismo. Aprendiendo de sus experiencias internistas del pasado
saben perfectamente que no deben enlodar con miserias personales externas su
futuro político dentro del distrito.
Segurola sabe perfectamente que su
carácter mediático le ha otorgado una base electoral esperanzadora, y también
sabe que para su proyecto de máxima esto no le alcanza. Hasta ahora se maneja
estupendamente dentro del segmento menos politizado del distrito, digamos
independiente. Ahora es cuando vamos a poder observar su cintura política para dar
ese salto de calidad del que hablamos anteriormente. Sabe que no le alcanza con
los diagnósticos, es necesario exponer los cómo, los para quién (término para nada sectario, hablo de justicipreciar prioridades) y los con
quién: El arte de la política mí querido amigo. Elegir caminos resolutorios,
optar por referentes adecuados y discriminar líneas de pensamiento.
¿Un vecinalismo a lo Sanchez? Por ahi no sería mal negocio para los Dorreguenses...
ResponderEliminarAntonio:
ResponderEliminarLe aclaro que el hombre siempre pone como ejemplo a Sánchez, no sólo por su formato vecinalista horizontal sino también por el éxito en la gestión. Un tipo no confrontativo, ni con Provincia ni con Nación y que además no necesita exhibir pergaminos dentro de ninguna estructura político partidaria que luego le condicione esas relaciones. Hoy el Intendente de Tres Arroyos, por haber hecho las cosas bien, puede elegir su espacio de militancia libremente y sospecho que algunos se deben pelear por tenerlo entre sus filas. No dudo que regionalmente algunos votos acerca...
A Sanchez lo salvaron la Internas Abiertas y Obligatorias, porque de haber sido por su propio partido no hubiera sido candidato, ya que tiene un perfil demasiado K (o colaboracionista con el Gobierno nacional) para el gusto de los "vecinalistas de paladar negro" todo por agarrar todo lo que venga del Gobierno nacional y que sea de progreso para Tres Arroyos. Por las obras públicas (asfaltos,cloacas, agua, camino de cintura, hospital etc.) se pagaban 2,4 millones de pesos mensuales de sueldos en Tres Arroyos; una interesante inyección de fondos al comercio... Toda esa gente fue a votar en la Interna del MV, por Sanchez, obvio... Y tambien es obvio que se matan por tenerlo...
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