Hoffa y Hoffito II


Hoffa y Hoffito II



Atentos a los eventos que se sucedieron luego de la emisión de la nota anterior vamos a intentar desmenuzar algunos postulados que sospecho se manifestaron como taxativos, entendiendo que,  por lo menos, merecen una cierta cuota de discusión.

-   El conflicto se destrabó gracias al acuerdo entre el Sindicato de Camioneros y las patronales: Los que pretenden instalar esta idea no tienen otro objetivo que borrar de plano la actitud de firmeza que el Gobierno ha demostrado en la coyuntura. Rompe a los ojos que las acciones judiciales del ejecutivo motorizadas en contra de las patronales fueron determinantes en la situación debido a los intereses que importantes sindicalistas tienen con algunas empresas que prestan servicios. Un posible quite de licencias y concesiones resultaron de mucho mayor efecto político para lograr un inmediato acuerdo salarial (acuerdo que nunca estuvo en peligro), en el marco de una paritaria en donde empresarios y sindicalista logran una llamativa comunión.  Esta estrategia cambió diametralmente el plano de discusión. De este modo Camioneros no tuvo más remedio que arriar su supuesta combatividad en cuanto a sus requerimientos sectoriales modificando el campo de debate hacia un tema de carácter general en donde toda la Central Obrera tendrá opinión y protagonismo. Esto es, la discusión impositiva directamente con el Estado Nacional. La CGT, adherentes y opositores a Moyano, deberá determinar si es políticamente potable para su credibilidad popular nacionalizar un conflicto que en su esencia sólo tiende a discutir sobre problemáticas que inciden en las elites laborales. Como ejercicio propongo estudiar honestamente los números y la verdadera carga impositiva que impacta en el asunto y comprobaremos lo absurdo del dilema.

-   Fue un paro político: Todos lo son, y así debe ser. Me permito dudar de aquellos que sostienen sus relatos y acciones públicas a partir de un asepsia engañosa y fraudulenta. El problema no radica en la politización del conflicto, cuestión absolutamente sana en el marco de la discusión democrática, el nudo de la cuestión está dado en que sepamos dilucidar la dirección política hacia la cual apunta el conflicto y de ese modo, por igual acción política, saber a ciencia cierta si la apoyamos o la desestimamos. Y es aquí en donde encontramos las mayores dificultades del presente. A mi entender Moyano y sus esbirros no van a manifestar públicamente que desean fervientemente que este Gobierno caiga debido a que se siente defraudado por sus políticas populistas horizontales, por sus desplantes individuales y por el rol político que le otorgó a la Central Obrera. El Gobierno jamás va a manifestar públicamente que necesita otro tipo de conducción proletaria para profundizar el modelo. De modo que en la atenta lectura de las entrelíneas vamos a poder desentrañar las verdaderas cuestiones que encierran el dilema planteado. Esta claro que lo desmesurado de la ofensiva no se corresponde a las causas exhibidas. A nadie le cabe concebir que este modelo inclusivo, visibilizador y restaurador de derechos se merece tamaña reacción por un tema heredado (tabla de Machinea) que seguramente será solucionado con el tiempo. Y es allí en donde debemos detenernos; en las señales, muescas y alianzas que disparan la medida.

-   El marco ideológico de la discusión: De lo anterior se desprende un llamativo y confuso calidoscopio ideológico que complejiza aún más la cuestión. Por un lado la necesidad de Moyano y su gente de contar con el peor enemigo del Gobierno para exponer sus contenidos. Si bien es una elección propia, no es menos cierto que no le han dejado demasiadas alternativas. Aferrarse de su antagonista, lograr el objetivo, para luego licenciarlo y dejarlo ir, diría Horacio Oliveira en Rayuela. Cosa que nuestro Ejecutivo ha practicado en muchas ocasiones desde el 2003, por ejemplo en su alianza con Duhalde para acceder al poder, pasando por la relación con el multimedio hasta el 2007, y últimamente estando en sintonía con algunos gobernadores bastante impresentables. Por lo tanto, en lo personal, no sería demasiado severo con el Dirigente Sindical, ya que ducho en la materia, sabe perfectamente que la corporación ostenta idénticas y pragmáticas lecturas. Esta discusión jamás tuvo que haber escapado del campo popular. Lo cierto es que Recalde siempre intentó que se mantenga dentro. En estos últimos dos años he visto varias veces a referentes sindicales en la nave insignia mediática oficialista desglosando el tema. Facundo Moyano, el mismo Recalde, Julio Piumato, Plaini han desfilado por la pantalla de 678 explicando con sumo detalle la problemática. En consecuencia, a mi entender, le cabe a nuestro Ejecutivo la responsabilidad de dar un paso trascendental para recuperar lo que otrora fuera uno de los bastiones del proyecto nacional. Para ello deberá invitar a los máximos referentes y planificar en conjunto el futuro inmediato de sus reclamos. Aún a riesgo de ser traicionado presumo que cumplir con la palabra no es algo que demuestre debilidad. El Ejecutivo manifestó ayer que sólo recibiría a la dirigencia una vez levantada la medida. Es hora de cumplir, invitar y dialogar. Políticamente es un error descomunal entregarle tamaña fuerza de choque social a las corporaciones. Fuerza que mueve notablemente el humor colectivo debido a lo trascendente de sus servicios. Elevar el campo de la dialéctica política por sobre el discrecional petardismo de las declaraciones mediáticas, muy propicias a los fines corporativos.

             Cristina:  En la coyuntura pudimos observar que nuestra Presidenta no ha sufrido desgaste. Ha mantenido firmeza pilotando la situación desde su rol e investidura. Se nota demasiado que está muy por encima de sus colaboradores lo que presenta una peligrosa dualidad. Por un lado estar seguros que contamos con una dirigente de excepción, y por el otro que dicho correlato intelectual y político aún no encuentra equivalencias y menos sucesión. La incontinencia verbal de algunos funcionarios oficiales resultó llamativa ingresando dócilmente al campo de los agravios, inciso que el circunstancial antagonista maneja impecablemente. Por eso me atrevo desde este foro solicitarle humildemente que intervenga puntualmente en el tema; no tanto por la estricta complejidad del problema sino por la envergadura y el poder de daño del antagonista. No hay que convertir a Moyano en mártir, menos aún transformarlo en Venegas o Barrionuevo. Visto los números globales modificar el MNO y en consecuencia el régimen de las asignaciones no impacta grandemente en el equilibrio macroeconómico ni presupuestario teniendo en cuenta que esos montos seguramente serán volcados hacia el consumo con su correspondiente correlato en la recaudación del IVA. No desconozco que tal cosa requiere de complejas operatorias debido a que siempre una modificación aparentemente sencilla puede impactar en otras variables que complejizan aún más la situación, cuestiones que es necesario contemplar a partir del diálogo abierto entre las partes. Sólo Cristina puede lograr que los matones muten a corderos, que los tontos adviertan sus limitaciones y que los necios entiendan eso del colectivo social.

          Hugo Moyano: Compañero, si las corporaciones y Melconián te otorgan entidad de estadista es momento de entender aquello que expresaba Andrés Rivera en la enorme novela La Revolución es un Sueño Eterno. “¿Porqué, con la suficiencia pedante de los conversos, muchos de los que estuvieron de nuestro lado, traicionan la utopía? ¿Escribo de causas o escribo de efectos? ¿Escribo de efectos y no describo las causas? ¿Escribo de las causas y no describo los efectos? Escribo la historia de una carencia y no la carencia de una historia. Y te agrego compañero algo que leí por ahí, frase de la cual no recuerdo su autor: “La misión de la Iglesia no es liberar a los esclavos, es hacerlos buenos”. Ergo, la misión de las corporaciones no es liberar de sus angustias a los trabajadores, su misión es domesticar sus deseos...



Comentarios

  1. Un post impecable,una excelente deconstrucción.
    Me llama la atención que Cristina(entiéndase Ejecutivo)a dejado crecer las excusas con que se embandera el proto-lastre enruedado,teniendo en cuenta su potencial peligrosidad.Como bien planteás,los reclamos que marquetinea no creo que haga una fisura en la macroeconomía.
    A taparle la boca entonces,a ver que inventa.

    Saludos

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