Coronel Dorrego y nuestro Honorable Concejo Deliberante - Chusma con lengua e trapo y cerebros de papel..Luis Acosta García
Coronel Dorrego y nuestro Honorable Concejo
Deliberante
Una chata a la derecha por favor
Chusma con lengua e trapo
y cerebros de papel..
Luis Acosta García
En un reciente acto de arrojo cívico
nuestro Honorable Concejo Deliberante ha demostrado nuevamente estar a la
altura de lo que su pueblo demanda. Siempre presto en la trinchera de la
necesidad colectiva, propiciando pensamiento crítico y, por sobre todas las
cosas, comprometido con las problemáticas que hacen a las penurias de sus
vecinos. Debemos considerarnos afortunados por lo elevado del debate y nada ni
nadie nos puede hacer creer que nuestras luminarias legislativas hacen caso
omiso al significado y el significante que encierra la más maravillosa música
que para ellos es la palabra del pueblo dorreguense.
Dichos conceptos
quedaron claramente demostrados en la última sesión. El apasionante debate
sobre la instalación de un baño químico en los predios destinados para la VTV,
y el pedido de informes sobre la incompatibilidad horaria en el desempeño de
los cargos públicos nos hace pensar que nuestros muchachos continúan con su
derrotero político en la búsqueda de la utopía anhelada.
Con decenas de
incisos nos han desasnado buenamente sobre esa cuestión orgánica, indisimulable
y molesta que reviste en ocasiones orinar. Para los simples mortales, para
nosotros, los ignorantes del vulgo, echarse un meo era una cuestión menor,
casi impensada. Desconocíamos que tal empresa incluye tópicos jurisdiccionales
insalvables, asuntos ligados al presupuesto y a la historicidad, y si se quiere
con cierto perfil filosófico.
Al respecto, las
expresiones del Jefe de bancada del radicalismo no tienen desperdicio. Debemos
admitir que desde la coyuntura de una cistitis o de una infección urinaria todo
resulta más llano perdiéndose clara noción sobre la complejidad que significa
colocar provisoriamente un baño químico para que los parroquianos no tengamos
la cruel necesidad de buscar nuestros asuntos íntimos en el marco de una
intemperie inclemente, gélida, que dificulta grandemente la ubicación del
apéndice, elemento que suele achicar sus pretensiones en épocas invernales. Y
ni que hablar del mal llamado sexo débil y su necesidad de proveerse de una
batea o pelela para poder exponer sus inquietudes en la intimidad de un
automóvil. Dejo para vuestra consideración
e imaginación cuestiones que sustentan mayor envergadura y superior
densidad orgánica.
Con relación al
pedido de informes sobre cierta incompatibilidad horaria entre la actividad
pública y la privada nos encontramos con una legislación muy conveniente,
ciertamente democrática y acorde a las circunstancias. Aparentemente la
ausencia de taxatividad con respecto al desempeño de la función pública full
time es razón suficiente para entender que eso, automáticamente, comprende un
relato ético indiscutible. De modo que un funcionario público puede
moderadamente atender sus kioskitos particulares mientras nos sigue facturando
por su actividad representativa. En otro desborde retórico de incalculable
belleza poética el referente máximo de la bancada oficialista nos tipificó
sobre la ética y el compromiso ciudadano para con el pueblo, argumentando que
la función pública nada tiene que ver con cumplimientos horarios o cuestiones
burocráticas similares, dejándole librado al funcionario actuante que considere
per-se justipreciar la relación tiempo-función-responsabilidad-compromiso-respeto por sus vecinos-salario.
Hace algún
tiempo un excelso vecino de abolengo, antes de su actual actividad, me comentó que ninguna de las personas que
estaba dentro del cuerpo colegiado era digno de su investidura. En su alegato
consideraba que más allá de ser democraticamente representativos no observaba a
esos funcionarios legislativos comprometidos con las problemáticas de la
“gente”. Muchos de ellos aún están dentro del Honorable Concejo Deliberante,
inclusive él (queda claro cuál es su actual actividad).
Gracias a
nuestra ventura, y debido a que estamos irremediablemente condenados al éxito,
nuestra política sanitaria sigue otorgándonos orgullos inmerecidos, nuestro
potencial económico nos permite disponer de un consumo local desbordante, el
agua continúa siendo un elixir que a diario nos beatifica y las inversiones,
públicas y privadas, nos siguen ofreciendo la posibilidad de trabajo a
discreción, sobre todo a los jóvenes.
Gracias
muchachos; los doce jinetes, leales cancerberos de nuestros dilemas
existenciales, nos siguen guiando... hacia el Apocalipsis. No será extraño ver
en un futuro mediato que tan elevados prohombres contemporáneos queden en la
historia y alguna calle los rememore hasta el fin de los días. Por ahora,
solamente por ahora, causan mucha gracia. Cuestión que en estos tiempos no es
poca cosa. Reírse de uno mismo y de nuestras propias elecciones políticas no
deja de ser una visible muesca de intelecto Algo es algo. Esto ocurre mientras
continúan atendiendo sus kioskos particulares, acaparando trabajos, demostrando
que la generosidad y el altruismo tampoco figuran en la fría letra de una ley,
“manejando la cosa”, porque con un sueldito solamente no se puede vivir y menos
aún viajar a Europa; y nosotros... nosotros aquí estamos, continuamos meando a
la intemperie o dentro de una chata quizás,
no sea cosa que la prolijidad administrativa del ejecutivo y la salud de
nuestros notables se vean siniestramente en apuros insalvables debido a un
desmadre de carácter populista...
N de la R:
Juro que el verso de El Tata nada tiene que ver con el texto. Me gustó y lo
puse. El sayo es lo suficientemente amplio para cobijar a más de un
convidado...
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