TONTERAS AUTORREFERENCIALES - Nota de Opinión


Se me acusa de tener una visión negativa del Pago, se dice que sólo expongo las miserias, aunque todavía no se me ha podido endilgar interés político alguno ya que no pertenezco a ninguna agrupación orgánica local debido a que no encuentro un nicho que arrope a mis ideas fuerza. Oficialismo y oposición me observan como un francotirador desmadrado, un energúmeno desclasado con el cual no vale la pena cruzarse en un debate debido a esa supuesta ausencia de identidad mencionada. En oportunidades no ser previsible cuenta con contradicciones extremas, pero también con sabias libertades. Como antes mencioné, la visión transversal, crítica y analítica, que poseo del distrito se fundamenta en los permanentes llamados de atención (subjetividades) que realizo desde mis artículos en el presente foro. Vayamos por partes.

El peor favor que se le puede hacer a alguien que amamos, salvo muy puntuales excepciones que tienen que ver con situaciones límite, es engañarlo. En consecuencia afirmar que está bien lo que está mal no sólo me parece un acto de desamor sino un evento deshonesto, no sólo desde el afecto sino también desde lo intelectual.

En varias oportunidades he alabado el armado político del partido gobernante y sus indiscutibles habilidades para entender al distrito por sobre las demás fuerzas en su más fina esencia sociológica. La lectura de la realidad de la Unión Cívica Radical es inobjetable lo que le da la posibilidad concreta de ser evaluada por la mayoría de la población como el único colectivo político capaz de gobernar en Coronel Dorrego. También he manifestado la destreza del Intendente para tener una muy buena relación con Provincia a contrapelo de ciertas afirmaciones sesgadas del mismo FPV local que apuntan a un alineamiento fundamentalista para poder gobernar con solvencia administrativa. Argumento que he criticado por falaz y por sectario. De modo que uno trata, en el marco de la diversidad temática y sin perder aquella subjetividad mencionada, analizar puntualmente los distintos incisos que una gestión posee. Mal podría yo criticar a nuestro ejecutivo por cuestiones que le competen a Provincia o a Nación, pero las cosas que le caben con exclusividad merecen ser evaluadas con la firmeza de las convicciones.

Pongo un ejemplo. Cuando se realizó la obra de GLP de El Perdido y Oriente manifesté que el formato administrativo del proyecto era absolutamente impresentable e injusto. Sostenía y sostengo como un despropósito que sobre las espaldas del pueblo recaiga todo el costo de la obra general. Ambas localidades centenarias, con enormes limitaciones en cuanto a servicios, debían a mi entender ser incluidas en el presupuesto provincial de infraestructura imitando el formato que se utilizó en otras provincias, por ejemplo Santa Cruz. Estamos hablando de un servicio básico. Cien años de impuestos y sacrificios de sus habitantes debían, por los menos, ser contemplados y si se quiere respetados. Así se lo expuse al que por entonces era Jefe de Gabinete de Ministros Dr. Aníbal Fernández (tiempos en los que aspiraba a la Gobernación) en sendas cartas nunca contestadas. En una de las reuniones a propósito del tema y conversando con el actual Concejal Contador Raúl Reyes coincidíamos que el ejecutivo local estaba colocado en un callejón sin salida de carácter político. De no aceptar dicho formato no sólo sería blanco de críticas despiadadas, además le privaría a una buena porción de la población de las localidades gozar del servicio. Argumento razonable, pragmático pero políticamente entendible y aceptable. Recuerdo que me dijo “Gustavo, era esto o nada”. Por eso mis criticas nunca estuvieron direccionadas al ejecutivo local y sí al formato establecido por el Gobernador Scioli. Hoy la mayoría de mis vecinos deben hacer frente al costo de la obra general sin poder realizar todavía la obra interna, debiendo sobrellevar aún el enorme costo que implica la calefacción a leña o por gas envasado.
Lo que sí puse de relieve es que el ejecutivo local podía haber disminuido el costo de la obra por frentista trasladando partidas de otros proyectos (asfalto de la circunvalación por ejemplo) no tan urgentes y de ese modo reducir el monto de manera ostensible. De todas formas también es dable comprender, desde la gestión, que determinadas partidas son específicas y no se pueden trasladar.

Lo mismo sucedió con las actuales obras de cordón cuneta (ver nota El Perdido. Cordón cuneta) Acción irreprochable del ejecutivo y del legislativo dorreguense, desde lo administrativo y desde lo ético. Que a nosotros como comunidad se nos haya escapado el caracol (más lento aún que la tortuga) es una cuestión que tiene que ver más con nuestro compromiso ciudadano que con cualquier responsabilidad externa. Se aprobó en el HCD, se publicó en el boletín y en la página oficial se exhibió el detalle sobre el costo y la forma de pago y se puso a consideración el registro de oposición. Nada para objetar. Además se contrató mano de obra local.¿Qué más? Desde lo político no merece ninguna crítica, todo lo contrario. Tal vez se debió interpretar el momento entendiendo que los vecinos aún poseen la carga de la obra de GLP, pero es un asunto opinable que no amerita conflicto.

En otro inciso aplaudí la reafirmación de Walter Lagos como Delegado de El Perdido aún a contrapelo de muchos de sus correligionarios que lo querían ver literalmente eyectado del cargo. Las calidades humanas e intelectuales del menú alternativo no hacían otra cosa que apuntar a coincidir con la decisión del Intendente Zorzano. Lagos, más allá de cuestiones históricas e ideológicas que nos separan y nos seguirán separando conceptualmente, es un hombre honesto que guarda un perfil muy acorde a la administración central, no había razón para inaugurar un nuevo período de adaptación y abrir un frente conflictivo.

Es cierto, no me gusta que mi pueblo sea utilizado como patio trasero de alguna empresa que decide a contracara de la comunidad inundar de bolsones de granos (y de plagas) el ejido urbano. Por suerte los han quitado; habrá sido por las insistentes protestas, por una firme decisión política o porque algún desquiciado los abrió provocando una situación aún peor, no lo sabemos; lo cierto es que ya no están y sólo esperamos que luego del 18 de abril la cosa se mantenga de este modo. Una sencilla y modesta parquización del sitio será muy bienvenida. Tampoco me agrada que las disputas internas en las Instituciones intermedias se resuelvan a costa de acarreamientos de voluntades o mediante velados churrasquitos y menos aún que el oficialismo intervenga de forma directa situándose políticamente en el marco de entidades que teóricamente deben comprender a un conjunto colectivo sin perjuicio de los pensamientos políticos individuales. En más de una ocasión expresé que la formación de los menores debe estar en manos de personas intachables y preparadas para tales fines. No podemos entregar la formación de nuestro piberío a simples simpatías coyunturales (cosa que en oportunidades lleva a dolores de cabeza permanentes) y menos aún a acaudalados caballeros de comercio y de la usura a cambio de alguna zanahoria ciertamente inaccesible. Me resisto a creer que el sistema de salud que tenemos sea lo único y máximo posible, que no nos corresponde tener mayores y mejores aspiraciones para sanarnos, de allí la lucha, porque creo que se puede, voluntad política mediante, hacer mucho más al respecto.
Aborrezco y desprecio de cabo a rabo a aquellos funcionarios que se dedican a vaciar de contenido y hasta en algún caso conspirar contra aquellos proyectos sociales que no pasan por su filtro, irrespetando el sacrificio comunitario de una buena cantidad de vecinos que laboran a favor de la comunidad. Lo viví y lo sufrí como presidente de una entidad local entendiendo ese mismo desprecio pero a la inversa. Siempre me resultó cómico observar los notables esfuerzos para dejar sin asunto al colectivo actuante simplemente por no estar alineado con el ejecutivo gobernante. Eso de juntar voluntades ausentes de vocación y de capacidad para que otros no puedan ingresar a determinados círculos de decisión y control es un inciso revelador de la pobreza intelectual dominante.

Más allá de toda consideración o llamados de atención, cómo no aprobar y aplaudir la creación de un cuerpo de Bomberos Voluntarios en Guisasola y la determinante actuación del Municipio en el proyecto ( y más teniendo en cuenta cómo se comercializa combustible en el pueblo) o la colaboración del ejecutivo en la instalación del servicio de GLP en la Biblioteca Popular Local. Justamente estas dos medidas no hacen más que coronar la tesis que si existe voluntad política, se pueden interpretar la necesidades de una comunidad por fuera hasta de las mismas concepciones ideológicas. Hace dos años atrás hubiese sido impensada cualquier colaboración del oficialismo hacia esta entidad debido a que sus autoridades no estaban alineadas políticamente al oficialismo (curiosa coincidencia con el FPV local). Asunto si se quiere menor y risible teniendo en cuenta que más temprano que tarde hasta la estupidez de los gobernantes tiene un límite. Saldrán otros en la foto, ¿qué importa? La entidad sigue creciendo y eso da como resultante un beneficio colectivo, cosa que nadie supo interpretar durante nuestra gestión. El grupo de teatro independiente creado en el año 2008 fue literalmente demolido por propios y extraños justamente porque sus componentes decidieron aceptar el convite oficialista y dejar de ser independiente (hablo de autogestión), cosa que fue advertida por quién suscribe a uno de sus más entusiastas participantes. Ya no existe debido a que sus paradigmas fundacionales cayeron bajo las instancias y las contraindicaciones que siempre propone la dependencia (presupuesto). Que interesante hubiese sido mantener aquellos paradigmas y hoy, ante la necesidad de recaudar fondos, poder presentar un evento artístico-cultural con un par de obras con actores locales en lugar de tener que realizar un entretenimiento familiar (eufemismo de Bingo). Algo un tanto bizarro si de instituciones culturales se trata. De todas formas, como socios, y aún en disidencia operativa hemos colaborado, debido a que el árbol jamás nos impedirá percibir al bosque.

Ideológicamente me hallo en las antípodas, desde la praxis y desde la dialéctica, del ejecutivo dorreguense. Ni Zorzano ni yo podemos hacer nada al respecto; pensamos como pensamos y actuamos como nos marca ese modo de entender y percibir la realidad. ¿Qué debo hacer, callarme? Bajar la voz con respecto a situaciones indisimulables, sostener la visón de un paraíso inexistente, colaborar y aplaudir a una administración plagada de injusticias conceptuales y de las otras.

Creo que no he sido menos crítico con la oposición, inclusive con aquellos que supuestamente coinciden con mis diagnósticos. La apatía mostrada para elaborar pensamiento crítico y debate abierto no deja de sorprenderme por parte de los que afirman presentar alternativas políticamente viables. Inclusive hemos podido comprobar el celo de algunos de ellos ante la positiva presencia del Tren Sanitario, un símbolo, si se quiere, que sirve como mensaje pero que de ningún modo va a solucionar nuestras penurias cotidianas en la asignatura. El hecho de que una línea interna del FPV haya sido referencia de tal visita fue razón suficiente para que el resto de las líneas, supuestamente adherentes al Gobierno Nacional, se abstengan de colaborar activamente de tan buen intento.

En su momento, y antes de los comicios,  fui lo suficientemente claro con respecto a la línea argumental utilizada en campaña por el FPV. No compartí la utilización del sofisma “alineación”, lo consideré falaz y llamativamente sectario. El propio electorado dio claras muestras al otorgarle a nuestra Primer Mandataria en 45% de la voluntades. De modo que no se me podrán endilgar posturas sesgadas. Cada renglón escrito posee un análisis transversal tratando de entender la coyuntura a partir de la ideas y no por simpatías o antipatías personales.

Cuando estimo la necesidad de aperturas de debates sobre Salud, Cultura, Producción, Infraestructura, Desarrollo Social, Rol de Estado etc., no lo hago responsabilizando exclusivamente al oficialismo. A la UCR le caben las mismas responsabilidades en el asunto que a las demás fuerzas políticas vernáculas, en consecuencia mis llamados de atención tienen la suficiente horizontalidad para comprender que jamás consideré que el resto de la sociedad debe comportarse como crítico espectador, sino también como analista actuante, de hecho lo es, por acción u omisión.
Debe ser por eso que tampoco la oposición observa con demasiado entusiasmo e interés este compendio de tonteras en primera persona del singular.


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