TESTIGOS DE PRIVILEGIO Nota de Opinión



De pronto un llamado de Dorita, mi compañera de todos los días, me informa que vuestro Testigos de Privilegio había logrado reconocimiento provincial formando una terna en el rubro programa de opinión en pos de la obtención de un premio cuya ceremonia de entrega se efectuaría próximamente en la ciudad de Mar del Plata.
De inmediato, casi de modo irracional,  me puse muy contento por usted y por su familia, por el aguante y distinción que hace de la libertad, por el respeto que le tiene a sus escuchas, por sus entrelineas, por sus lecturas de la realidad, por su pasión en desentrañar que la comunicación es un arte que debe y necesita del debate y la diversidad, por la compleja sencillez de lo intangible rubro que involucra un modo y una suerte de sentir muy personal, por su compromiso en no eludir su propia subjetividad.
Un escueto mensaje en el blog fue mi primer intento de acercamiento. Me atrevo a extender el concepto debido a que considero que en su nombre ha sido distinguido nuestro terruño. Me resulta sumamente edificante que Testigos sea factótum e imagen de nuestro Coronel Dorrego.
Por fuera de nuestras coincidencias sociales y políticas creo que sus escuchas debemos valorar antes que nada sus nobles intenciones, sus transparentes y elegantes desacuerdos, su esmero por no subestimarnos aún cuando en oportunidades nos sabemos escasamente merecedores de tamaño esfuerzo. Sin embargo, persistir, es una tarea que está ligada a la hidalguía intelectual.
Usted ha sido muy generoso en lo personal y no sólo por eso merece el halago, sus merecimientos están muy por encima de la individualidad, trasciende hacia lo colectivo, transitan senderos solidarios desde el Sauce hasta el Quequén, desde la rompiente marina hasta la ruta 51.
Hace rato que no sentía inflado el pecho, permítame la soberbia y cierta dosis de chauvinismo.
Testigos, es decir usted y su gente, ES, más allá de todo mimo circunstancial, pero créame la desmesura, me gustaría que sus esfuerzos sean valorados doméstica e institucionalmente otorgándole el lugar y la importancia que realmente posee, para rebatir aquella banal idea que afirma que nadie es profeta en su tierra...  (Octubre 2010)

Esta nota tiene un año...
Todavía no nos tuteábamos, no habíamos tenido la oportunidad de encuentros personales y menos aún de disfrutar de una hermosa velada en familia cenando en “No Tires...” Así va la vida...  En medio de una sociedad que pide con deshumanizada ansiedad velocidad y cambios, hay cosas que por suerte se mantienen intactas... pequeños relatos que nos hermanan... sencillos signos de nos indican que vale la pena continuar en la lucha...

Carlos, Susana, María Eugenia, Pablo...  Salud y gracias...








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